CENIZAS INVERNALES

Londres - Noviembre 1887

Londres cobijado por el invierno vive una ola de homicidios en su sector más pobre que es Whitechapel, el Príncipe vampírico de este dominio ha mandado a sus mejores generales a investigar y descartar que sea un cainita el causante de las muertes atribuidas al destripador.

 

Los tres generales aprovechan de la noche para patrullar Whitechapel, separándose para abarcar mayor terreno.

 

Pero ellos no están solos en la zona, Gallagher el ente demoniaco que provoco el incendio de la mansión Mayfair deambula por los tejados, el demonio que usa a un humano para manifestarse, inexplicablemente altera el cuerpo que posee, le crece una cola tan negra como la noche adornada con una línea de escamas de color rojo, su piel se le llena de llagas y unos prominentes cuernos coronan su cabeza. Salta por los tejados hasta llegar a una casa alta, permanece erguido mientras recorre de un vistazo el rio Támesis, el viento ondea su roja cabellera, sus fosas nasales se contraen y expanden olfateando el ambiente.

 

Hades uno de los generales vampiro ha detectado la silueta de Gallagher entre los tejados, le sorprende el aspecto antinatural del sujeto y la habilidad con la que se mueve por las azoteas, le sigue de cerca para no perderlo.

 

Un penetrante olor asalta la nariz Gallagher, perturba la secuencia de pensamientos maliciosos que cruzan por su cabeza, agudiza su vista buscando entre la noche, al detectar una silueta dueña de tan pestilente hedor se muestra hostil, su musculatura se ensancha y se pone a la defensiva mientras que su cola se mese de un lado a otro - ¿Quién se ha atrevido a seguirme? – cuestiona con tono rígido

-Soy Hades, solo quiero hablar…- La figura del vampiro de capucha purpura sale de las sombras.

 

-Habla entonces, igual has sellado tu destino- El rostro de Gallaguer no emite ninguna emoción, su faz es parca.

 

-¿Eres el asesino que ha matado a esas prostitutas?- Extiende las manos mostrando que no trae armas bajo su capucha y que no pretende atacar.

 

-El que pienses que soy quien se deshace de esa basura resulta completamente insultante ¿Eso es todo lo que tenías que preguntar?- Su respuesta es directa, seca y cortante, camina de un lado a otro, su paciencia se agota.

 

-¿Sabes quién lo ha hecho? Solo necesito respuestas, a mi jefe no le interesas sino eres “Jack el destripador” o un vástago- Hades inspecciona al sujeto tratando de descifrar que cosa es, mantiene una prudente distancia.

 

Gallagher ladea su cabeza y la rasca antes de responder en un tono burlón – ¿Acaso intentas desafiarme? En verdad, tú y tu jefe son estúpidos si creen que voy a intimidarme y permitir que toquen a mi juguete predilecto- Hace referencia de Gabriel Duserre, la verdadera causante de las muertes en Whitechapel. Suelta un coletazo de advertencia para estudiar la reacción de aquel sujeto, al impactar sobre las tejas estas se fracturan y quedan reducidas a polvo que se mescla con la nieve.

 

Hades evita el golpe al dar un salto atrás, sonríe para si al meditar -Así que sí sabe quién es el asesino, debo capturarlo con vida para que Afrodita lo interrogue, él es eficaz para sacar las verdades- Cuando le habla a su atacante se muestra poco condescendiente -Mi estimado amigo, creo que después de lo que ha dicho no podré ser tan indulgente con usted, mi oferta de paz expiró.

 

Una carcajada emana de las fauces del demonio - ¿Oferta? ¿Paz? Idiota ya no puedes escapar de tu destino - Gallagher se abalanza hacia al frente en un rápido movimiento, oprime sus puños con furia y golpea el mentón de su oponente y remata con un chicotazo de su cola barriendo los pies para derribarlo.

 

Al caer Hades rebota con fuerza sobre el tejado, no pierde de vista a su oponente, se pone de pie, se despoja de su capucha purpura y se revela la horrenda figura que hasta ese momento mantenía oculta, la arroja al rostro de su atacante, usa un poderoso golpe y da un contundente puñetazo en las costillas del tipejo, repite el movimiento con el otro puño culminando con un cabezazo en el rostro cubierto por su ropaje, da unos pasos atrás y su mente provoca que su oponente crea que se ha desvanecido sin dejar rastro, se mueve y camina sin hacer ruido alguno esperando la reacción de su atacante.

 

Gallagher Toma la prenda la huele para después arrojarla al vacío – Tu hedor es asqueroso, es la segunda vez que huelo a alguien así, dime ¿Has salido de una cloaca?- Lleva sus manos a los costados tratando de mitigar el dolor de los golpes en las costillas, se mantiene alerta tratando de ubicar a su agresor.

 

-¿Así que el asesino es otro vampiro? ¿No es así?- Al hablar Hades se hace visible nuevamente, cierra su puño y lo proyecta contra el techo provocando una grieta que parte en dos la casa, en un movimiento instintivo salta para no ser devorado por el derrumbe y cae en el tejado contiguo.

 

Entre el polvo y la mampostería que se desquebraja Gallagher hace uso de su agilidad felina y toma suficiente impulso para salir disparado de aquel caos, queda colgado del muro donde se encuentra su enemigo, trepa unos metros y con su cola serpenteante la enrosca en el cuello del horrendo vampiro y sin dar tiempo de reacción lo lanza hacia los escombros.

 

Hades cae aparatosamente y una viga se le encaja en el costado derecho, gime de dolor y aúlla como un perro rabioso, se pone de pie lentamente y saca la estaca la herida supurante, el grito de sufrimiento convoca a una jauría de perros que se agrupa a su alrededor, los animales ladran enfurecidos al sujeto que está en las alturas.

 

-¡¡¡Ven!!! Baja…Terminemos con esto para que te lleve ante mi superior ¡¡¡DIME DE UNA MALDITA VEZ QUIEN ES EL ASESINO!!!- Hades esta furibundo.

 

-¿Qué pasa? ¿Nuestro enorme y horrendo matón está asustado? No es divertido ser la víctima ¿VERDAD? Bueno, pues acostúmbrate porque no has visto ni la mitad de lo que te puedo hacer- Gallagher se mofa y hace gala de su fuerza.

 

La revuelta del pleito provoca que los vecinos despierten y salgan movidos por la curiosidad, uno de los primeros fisgones se aventura a ir más cerca del origen del caos, cruza por el marco de la casa derrumbada que aún queda de pie mientras su mano sujeta una lámpara de queroseno, al ver a los dos monstruos su rostro se desencaja de terror, suelta  el quinqué este se estrella rompiéndose en los escombros y huye horrorizado abriéndose camino entre los demás curiosos que aún no se dan cuenta de la situación. El combustible se derrama rápidamente y alimenta las flamas que se levantan en una cortina de lenguas de fuego.

 

Gallagher queda hipnotizado por el fogonazo chisporroteante sus pupilas carmesí brillan mientras se dilatan, el demonio detona ferozmente su poder para manipular el fuego, crea una bocanada de aire cálido y este se inflama, un surco de llamas cruza el lugar, el polvo se consume como si fuera pólvora, sigue un patrón en dirección a los perros que se ven envueltos en placentas de fuego, los animales corren despavoridos en todas direcciones chillando estridentemente un par de ellos se inflan y estallan, el demonio ríe a carcajadas burlonas –Eres basura.

 

Hades da unos pasos atrás sobrecogido, él tenía conocimiento que había sujetos como el que tenía en frente pero nunca en su larga existencia había visto uno, entre su asombro alcanza a lanzar un gruñido sembrando el pánico de los curiosos, trata de sobreponerse y exclama –Buen movimiento, pero me temo que necesitas más que esto para disuadirme, ando tras la pista del asesino de Whitechapel, créeme no te conviene resistirte, no vengo solo- Atrapa a uno de los perros en llamas y lo usa como bala de cañón sobre la frágil estructura donde su enemigo está de pie y provoca que se derrumbe.

 

El ente pirómano salta y cae de cuclillas, voltea a todos lados buscando a los compañeros del vampiro -¿Dónde están la demás basura? No los veo por ningún lado, fue un error enfrentarme solo- Emprende su ataque nuevamente y con la cola lanza escombros incandescentes, las esquirlas alcanzan a su oponente.

 

Los carbones ardientes chocan contra el pecho del vampiro, este solo atina a cubrir su rostro y proteger sus ojos, fragmentos de vidrios se clavan en su piel calcinada que desprende un olor nauseabundo, la herida de su costado le dificulta el movimiento pero pese a ello toma un trozo de madera del largo de un brazo, delgado como el mango de una espada y afilado en la punta, corre hacia su oponente, hace una finta que golpeará con el puño izquierdo y sin perder ni un minuto la mano derecha que empuña la estaca se hunde en el ojo izquierdo del contrincante -¿Ya me dirás quién es el asesino? O ¿Tengo que sacarte la piel a girones para que hables?

 

Gallaguer queda parcialmente cegado, la sensación se repliega y reduce a un sórdido dolor que hace que apriete sus labios, detiene el avance de la estaca con ambas manos, hace acopio de su fuerza y retira el objeto que destrozó su ojo emite un alarido estridente, al estar tan cerca de su oponente lo somete colocando el antebrazo derecho por debajo de la barbilla de su rival y con la misma arma que dañó su ojo apuñala en repetidas ocasiones el costado herido del vampiro –Si fueras mi aliado te cortaría la lengua, hablas demasiado, estoy advertido que no vienes solo por tanto el juego se terminara pronto.

 

Hades vomita sangre, con desesperación se aferra al rostro del rival y hunde sus pulgares en ambas cuencas de los ojos del demonio, empuja con fuerza hasta que el humor vítreo se derrama en sus manos, espera que con esa débil defensa el sujeto lo suelte y pueda reponerse o al menos tomar un respiro para contraatacar.

 

–¡¡¡MALDITO!!! ¡Te subestime!- Gallagher grita de dolor, sabe que no debe titubear o su rival podría matarlo en un golpe de suerte, se recupera y con su mano izquierda deja caer al vacío el arma improvisada, con fuerza sobre humana toma la muñeca izquierda de su rival y hace retroceder aquel dedo que hurga en su cuenca un susurro sale de sus labios – ¿Realmente creíste tener oportunidad contra mí?

 

Hades lucha por hacer mayor daño a la vista de su oponente, ninguno da tregua en la batalla.

 

Una ráfaga de viento origina un espiral de chispas que los rodea, el fulgor del fuego es captado por el demonio y una sonrisa macabra se dibuja en sus labios, su poder eclosiona con furia ocasionando que el aire volatilice creando un vendaval de llamaradas.

 

La ropa de Hades se comienza a rizar, el vampiro quiere berrear y cuando abre la boca el fuego se le mete ahogando su alarido, se resiste hasta que la carne misma se carboniza hasta los músculos dejándolos al rojo vivo, en ese preciso momento arriban  los dos generales compañeros del vampiro Afrodita y Apolo, ambos hermanos cegados por la ira e indignación desenfundan sus espadas, no advierten ni amenazan.

 

Apolo se las ingenia para cruzar por el fuego y enviste al agresor mientras propina una estocada de la filosa espada, penetra y sale limpiamente en un costado del demonio.

Hades cae agonizante, su carne chorrea como cebo, es una masa sanguinolenta.

 

Afrodita corre a lado del vampiro abatido y se inclina revisando la gravedad de sus heridas.

 

El vampiro calcinado y moribundo  atrapa la solapa de Afrodita atrayéndolo hacia su rostro y con un hilillo de voz le susurra –No lo maten, sabe el paradero del asesino que busc…- No concluye su frase y su rostro queda de lado con los ojos descarnados e inertes.

 

-¡¡¡Apolo!!! ¡DETENTE! Lo necesitamos con vida- Exclama Afrodita a su hermano.

 

Gallagher se encorva al sentir como la espada le corta las entrañas, de su boca sale sangre y cae de bruces, el fuego muere repentinamente dejando solo los daños, el suelo queda teñido por la sangre de la herida de su costado, él sabe que si no escapa le ira muy mal y con dificultad se levanta, no está dispuesto a dejar que lo capturen sin pelear, corre entre los escombros, da un salto para poner distancia entre sus captores, no sabe dónde caerá solo siente como choca con algo y esto se fragmenta en miles de cristales.

 

Ambos generales, persiguen al asesino de Hades.

 

-¡Apolo, se fue por allá!- Señala en dirección a donde cayó el prófugo.

 

Después de lo ocurrido era evidente que los generales irían tras de Gallagher, ninguno de los compañeros de Hades pensaba en dejar al victimario sin castigo, a escasos metros de atraparlo ambos vampiros se vieron con complicidad.

 

-¡Lo tenemos!




By Rhuddlan & Gabriel

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