Tagoshi Kami

Londres - Noviembre 1887

Puede verse el surgimiento y el fortalecimiento de la clase Samurai en Japón, la palabra samurai proviene del verbo japonés Saburau  que generalmente se utiliza para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón, aunque bien su verdadero significado es "el que sirve" de una élite militar que gobernó el país durante cientos de años.

 

El Japón de la era Tokugawa fue dividido en más de doscientas baronías, muchos guerreros se quedaron sin señor y fueron considerados Ronin u hombres errantes.  Algunos se volvieron maestros o artesanos, otros más se dedicaron a impartir el arte marcial de forma clandestina.

 

Tagoshi Kami  es una mujer de veinticuatro años, rasgos finos y orientales, baja estatura, cabello lacio recogido y sujeto con horquillas de madera, su indumentaria generalmente consta del tradicional kimono en seda, sus pies enfundados en unas zoris de piel, cómodas y que son silenciosas al caminar. Es una duelista invicta, kunoichi y maestra independiente. Kami es profesional en armas, nacida en una larga tradición de cultura marcial que con el tiempo llegará a dominar en su totalidad, su madre cultivo su lado zen y su padre la adiestraba en artes marciales dándole un equilibrio para mantener la calma en el más violento caos, esto hace una combinación letal en el momento de combatir.

 

Perdió su familia a corta edad, la cual fue asesinada por un extraño ser y desde ese momento se dio a la tarea de convertirse en la mejor paravengar y limpiar su honra.

 

El recuerdo de su dolorosa perdida es vago, pero tiene muy bien guardada en la memoria el emblema de la katana del asesino de su familia, escucho como su padre le llamaba Kuei jin, todos creen que es solo un mito, que los demonios son para asustar a los niños, pero esa noche el mito cobró vida arrebatándole lo más preciado. Desde ese momento Kami se dio a la labor de averiguar todo de esos seres, para su buena suerte en una ocasión supo de una convocatoria para ser guardia de una mujer mística y extraña que visitaba frecuentemente la provincia, decían que era una dama francesa, pálida, hermosa y con una fea cicatriz en la cara.

 

Organizaron un torneo donde el ganador tendría el honor de ser escolta de la francesita, la paga era buena y lo que le atrajo fueron los oscuros rumores que se gestaban alrededor de la desconocida. Los duelos fueron feroces, muchos combatientes perdieron la vida, eso era muy parecido a un circo romano, para sorpresa de todos solo quedaron en pie dos guerreras una de ellas era Tagoshi Kami  y la otra era Ishi Rein, ambas fueron llevadas a un lugar donde las tatuaron con el símbolo del dragón en la espalda y vestidas como hermosas geishas. Cuando al fin fueron requeridas las llevaron a la celebración dada en honor de la señora que organizó el torneo, vieron por primera vez a quien servirían.

 

Una delgada silueta estaba sentada en medio del salón como una reina, se puso de pie y todos guardaron silencio, hizo un gesto para que las dos chicas se acercaran, cuando las tuvo en frente bajó las escalinatas al mismo tiempo que se acercó un mozo, la voz de la gaijin era suave e hipnótica.

 

-Muy bien señoritas, soy Gabriel y ustedes se ganaron el honor de servirme, viajaran a donde yo les indique y obedecerán ciegamente mis órdenes- La francesa tomo las katanas y ofreció una a Kami y la otra a Ishi Rein –Esta es un arma excepcional, fue forjada por el mismo  Hattori Hanzō-

 

Esa ocasión fue la última y única vez que vio a su señora.

 

Los siguientes cuatro años Kami ha vivido sola en compañía de Rein, se dedican a darle mantenimiento a una pequeña casa en la isla de los Perros, no se les permite salir a menudo y se les exige entrenamiento continúo.

 

Una tarde de invierno les avisaron que la señora estaba en Londres, pero el único que va a verlas y dejarles suministros es el viejo mayordomo Anthuan. Todo era completa paz hasta que recibieron a su nuevo huésped, un sujeto que llegó herido.

 

Pocas horas después vuelve el carro con la señora Gabriel quién entra como tifón, empuja el shoji del dojo y con ira exclama de forma autoritaria.

 

-¡Kami! ¡Ven ahora! ¡¡¡Te necesito!!!-

 

 

 

By Gabriel

 

Escribir comentario

Comentarios: 0