PLANES PARA NUESTRO AMIGO EL PRINCIPE

Los sirvientes entraban una y otra vez acarreando el exagerado equipaje a la nueva casa en el Distrito Mayfair, Bianca observaba seria el movimiento recargada en un pilar al fondo de la estancia mientras charlaba con su Mayordomo Haziq. La propiedad pertenecía a Abdul Karim, Ghoul de la Tremere y a su vez consejero de la Reina, Abdul casi nunca dormía ahí, pasaba la mayor parte del tiempo con la corte de Victoria.

– Supongo que le sorprendió enterarse de lo que Abdul le dijo anoche – Dijo el mayordomo dirigiéndose a Bianca.

–Más que sorprendida me desagrada mucho conocer hasta ahora que el Baile de Máscaras fue orquestado por el estúpido de Arthur.

–Señora, Arthur es un miembro distinguido y bien apreciado dentro de la corte, no tenía la menor idea de que el fuera….

El rostro de Mayfair se tensó disgustada mirando con odio hacia la nada.

– ¿De que fuera “el Príncipe”?

–Si señora, jamás lo hubiera imaginado, es tan refinado, educado, incluso pensándolo bien sus charlas y atenciones fascinan tanto que nadie nota que nunca se deja ver durante el día.

– ¿Y qué esperabas de un Ventrue? Siempre inmiscuidos en la nobleza, y se hacen llamar igual entre nosotros “La nobleza”, pero ¡Por favor! He conocido Príncipes en otras tierras mucho más experimentados que este muchacho fantoche.

– ¿Lo conoce?

–Personalmente no, pero si recuerdas al llegar aquí pedí una audiencia con el consejo al cual le empeñe mi palabra de que los destrozos de Gabriel no pondrían en juego el anonimato de nuestra especie; el consejo sabe que Gabriel es la causante de las muertes en Whitelchapel.

–Entonces el señor Arthur lo sabe.

La risa burlona y escandalosa de Mayfair atrajo por un momento las miradas de los sirvientes cercanos.

 –Claro que no, cuando Arthur fue nombrado Príncipe de Londres entre los nuestros el consejo creyó que podría manipularlo y que obedecería a sus deseos, pero se equivocaron, Arthur esta tan obsesionado con el orden y sus reglas que el consejo apenas es escuchado por él.

– ¿Quiere decir que se lo ocultaron?

– Preguntas demasiado Haziq, pero si, no pensaron que fuera conveniente enterarlo, pero ahora las cosas son diferentes esto ha ido de menos a más, a Victoria le da igual lo que suceda en Whitelchapel, pero a Arthur no, sospecha que todo lo que ha sucedido no es obra de una sola persona y menos de un mortal, y si confirma que sus sospechas son ciertas no se arriesgara a permitir que un Malkavian como lo es Gabriel ponga entre dicho su orden.

– Señora pero si eso sucede el poder de Arthur como Príncipe podría expulsarnos de Londres.

–Mucho más que eso, si ese estirado caprichoso quisiera podría acabar en una sola noche con Gabriel, Vladimir y conmigo, en su posición emprender una Caza de Sangre contra nosotros sería fácil y nadie lo confrontaría.

–Tal vez usted debería obligar a la señora Gabriel a abandonar Londres antes de que sea demasiado tarde, yo puedo disponer nuestro viaje de regreso a Marruecos donde usted goza de una posición privilegiada.

–O podríamos quedarnos mi querido amigo- arqueando la ceja palmea la espalda de su sirviente.

-Pero el señor Arthur podría destruirnos, y no me mal interprete pero usted aquí no tiene muchos seguidores y sus chiquillos están muy lejos de aquí.

–Me gusta Londres Haziq aquí la hechicería no es perseguida como en otras tierras, incluso Victoria esta fascinada con un par de adivinas gitanas que le he enviado por medio de Abdul, este lugar es un paraíso para mis poderes y aún más para mis experimentos, incluso he pensado en invitar a otros Tremere cercanos a que se unan a mí.

Haziq no respondió nada, se quedó en silencio, le parecía absurdo que Bianca siquiera pensara en ir en contra de los deseos de Arthur, y aunque sabía que ella era obstinada dudaba que lograra lo que se proponía, a menos que pudiera pactar una especie de tregua con el Príncipe.

–No te quedes callado Haziq ¿Olvidas que puedo leer tus pensamientos?

–Perdone señora no quise pensarlo, pero lo único que encontrara si permanece aquí, por usted o por la señora Gabriel será la muerte.

–No si el consejo esta de nuestro lado querido amigo…

By Bianca