¿EL FIN?

Londres - Noviembre 1887

La explosión deja una pila de escombros de lo que fue la gran y suntuosa casa Mayfair, una columna de humo negro se propaga por el cielo y las flamas se elevan entre los remanentes de piedra, el viento aviva el fuego intermitentemente. Los empleados intentan sofocar las llamas que van dejando la construcción de la mansión en ruinas rápidamente. El tiempo transcurre es muy cerca del amanecer, los primeros rayos del alba amenazan con despuntar en el horizonte.

 

Gabriel está frente a Gallaguer, escudriña sus facciones, los sentimientos de apego a él son muy fuertes, tanto que nublan su cordura más de lo normal, los recuerdos guardados en su cabeza provocan que evoque lo que hace siglos sentía por el romano que la sacó de su miseria, el romano estaba ahí frente a ella con una mirada fría e inexpresiva, se aproxima al alto sujeto y le rodea con los brazos.

 

-Te amo tanto- Murmura en un casi inaudible susurro, mientras se acurruca en el pecho masculino, aspira el olor de la piel, por un instante el refugio de esos brazos son suficientes en su vacía vida. Incorpora su rostro a la par de Gallaguer, acaricia las facciones con su vista, se acerca lentamente hasta depositar un beso lleno de ansias, sus labios fríos se funden en la cálida boca danzando en un deseo desbordado.

 

Las fulguraciones solares se vislumbran tornado el cielo anaranjado.

 

La piel de Gabriel comienza a sacar pequeñas estelas de vapor provocado por la luz, se encoge haciéndose pequeña en el regazo del que fue su esposo.

 

-Creo que este es el final- Piensa, está convencida que no tiene salida, pega su oído al tórax del hombre y cierra sus ojos.

 

A lo lejos se oye el galopar incesante de corceles que jadean a todo pulmón, las bestias resoplan exhalando vaho por la nariz y boca, es el coche en que partió Anthuan, los caballos son los más veloces de la región y de buena casta. Cuando por fin se detienen frente a lo que fue la mansión, el mayordomo anciano y de lentes baja atropelladamente y llega a donde esta su señora.

 

-Niña Gabriel, debemos irnos o puede sufrir graves daños- La toma por el brazo y clava la vista con recelo a Gallaguer –Usted señor, evíteme la molestia de despacharle al otro mundo.

 

Gabriel como autómata aborda el vehículo para partir al refugio mientras Anthuan queda afuera del carro.

 

-Llévala al mismo lugar que está Vladimir, allá los veré-Dice el mayordomo al cochero.

 

Anthuan vuelve sobre sus pasos de repente algo cruje bajo sus pies, baja la vista y es una katana con funda de madera.

 

-¿Cómo vino a dar esto aquí?- Se inclina y recoge el arma para después seguir a donde está el grandulón Gallaguer.

 

El carruaje parte dejando atrás el caos.

 

-Bien, señor ¿Aún sigue aquí? Es mejor que se largue, ya ha causado mucho daño- Apunta con la katana a donde estaba la mansión y acto seguido descarga un fuerte golpe con la saya del arma en el rostro de Gallaguer y exclama alterado -¿Ve eso? ¡¡¡Son los restos de un par de féretros!!! ¿Recuerda que había ahí? Acabó con la vida de un cainita, el príncipe proclamará darle caza, la estirpe Malkavian no descansará hasta que le vean muerto, es un estúpido-

 

 

By Gabriel.

   

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