[XIX: Londres]

 

LA NOCHE

 

Londres era la ciudad perfecta para albergar Cainitas, los tiempos, los avances tecnológicos, el crecimiento del urbanismo pero sobre todo el interés un tanto morboso por lo sobrenatural propiciaba el ambiente idóneo para disfrazar sociedades secretas.

 

Si bien lo que había hecho llegar a Mayfair a Londres era el descarriado comportamiento de su protegida, había otros intereses ambiciosos en la Tremere. La Camarilla había puesto un especial interés en el paraíso Londinense y Gabriel había despertado la preocupación en la primogenitura, a lo cual Bianca había empeñado su palabra de que los actos ejecutados por su predilecta no pondrían en juego “La estabilidad secreta” de los vástagos de Caín ahí asentados.

 

Mayfair había encontrado la forma perfecta de colarse en la Casa Real, no iba a conformarse solo con brillar como un miembro noble de la sociedad británica y menos con Gabriel haciendo destrozos que comenzaban a hacer demasiado ruido en algunos Distritos. Desde su llegada orquesto un plan estructurado en el cual Abdul Karim jugaba un papel importante.

 

Abdul Karim había conocido a Bianca en la India Británica, Mayfair se convirtió en su domitora haciéndolo su Ghoul . En días pasados la Reina Victoria había celebrado su Jubileo de Oro durante el cual eligió a Karim junto con otro musulmán como sus siervos. Todo caminaba según lo previsto por la Tremere.

 

Mientras Bianca se ocupaba haciendo apariciones nocturnas eventuales en sociedad, esa noche se encontraba haciendo una “importante” visita. Una nota le fue entregada por un mensajero la cual le hizo fruncir el ceño detonando su explosividad obligándola a excusarse y a regresar apresuradamente a Hanover Square. La nota decía:

 

 

“Señora, lamento importunarle pero he recibido una invitación y no me refiero precisamente al baile de Máscaras de la Reina Victoria la cual usted ya tuvo oportunidad de leer, sino a una invitación un tanto informal enviada por su protegida Gabriel a un grupo selecto de familias nobles convocándoles a una subasta donde según entiendo sus obras de arte de la propiedad Mayfair en el mismo Distrito serán ofertadas.”

 

La nota estaba firmada por el mayordomo de la Tremere.

 

 

De camino a Hanover Square Bianca furiosa decide desviarse y dirigirse directamente al Distrito Mayfair para buscar a Gabriel, el carruaje se había detenido frente a la Mansión que habitaba la Malkavian; mientras desciende de su trasporte con voz clara y fuerte mira a un par sirvientes que le acompañaban.

 

– Asegúrense de ahuyentar a cualquiera que pase por aquí en las próximas horas porque esta casa, va a crujir esta noche.

 

A paso apresurado llama a la puerta que protegía la entrada a la Mansión observando a un apuesto y bello sirviente cruzar los jardines hasta llegar a su encuentro sin abrir la reja, desde su interior con voz ronca propia de un hombre se dirige a Mayfair.

 

– Buena noche Madame ¿puedo ayudarle en algo?

 

– Claro que puedes ABRE LA PUERTA – El tono de Mayfair se torna imperativo.

 

– Disculpe Madame pero no puedo dejarle pasar sin antes anunciarle con mi señora – una pequeña risa burlona se escapa del insolente sirviente.

 

La mirada de la Tremere se clava en el hombre captando su atención mirándole directamente a los ojos haciéndolo presa de uno de sus poderes sobrenaturales (Dominación/Orden) – ¿Anunciarme a mí? ahora mismo abrirás la puerta y me escoltaras hasta la entrada sin hacer preguntas.

Inmediatamente el contacto visual con el hombre hace efecto y este abre la puerta, en silencio, absorto en la orden escolta a Bianca por los jardines hasta la entrada principal, una vez en el umbral Mayfair sonríe arrogantemente.

 

– Muy bien caballero, ¿Cuál es su nombre?

 

– Raymond Madame.

 

– Raymond, que bello nombre, cómo lamento que tu familia si es que la tienes mañana llore tu muerte.

 

– No le comprendo señora.

                                        

– No es necesario querido – Los ojos de la Tremere centellan agudizando por un segundo sus sentidos permitiéndole escuchar el latido del corazón de Raymond. Sin perder el tiempo con más palabras instantáneamente Bianca ladea agresiva con su mano la cabeza del hombre dejando tensa y expuesta la piel de su cuello clavando sus colmillos en la arteria carótida derecha sin darle oportunidad de reaccionar, durante unos momentos la sangre tibia alimenta a Mayfair hasta saciar su apetito, retira la boca del cuello del cuerpo del sirviente que daba sus últimas señales de vida soltándolo a desplomarse como un bulto en el suelo. – Pobre Raymond, pero alguien debía enseñarte modales – Bianca saca un pañuelo blanco que traía escondido debajo de su corsé con el cual limpia delicadamente las coyunturas de su boca, aun no salía de su éxtasis cuando una voz desde el interior exclama:

 

– ¿Quién es usted y que ha hecho? – La voz no parecía estar perturbada por aquella escena sino más bien molesta.

 

– Tú debes ser Anthuan – pensó la Tremere. Aun con los labios ligeramente con sangre suspira sarcásticamente respondiendo al caballero con una sonrisa soberbia. – Soy BIANCA MAYFAIR

 

 

By Bianca

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